En una época en la que el conocimiento se considera cada vez más una mercancía a la que se puede acceder fácilmente pulsando un botón, las universidades desempeñan un papel fundamental en la formación de los estudiantes para un futuro incierto. Este papel nunca ha sido tan crucial, especialmente en el contexto de la mayoría de las universidades de Pakistán. Los centros de enseñanza superior llevan mucho tiempo prometiendo ser la puerta de acceso a la experiencia en los campos elegidos, pero ya es hora de que nos hagamos una pregunta apremiante.
¿Cumplen realmente las universidades su promesa, o se quedan cortas, como a menudo hace nuestro Gobierno?Como estudiante universitario, me he encontrado con un problema frecuente: el gran énfasis que se pone en los conocimientos teóricos en detrimento de las habilidades prácticas. Tomemos, por ejemplo, mi experiencia como estudiante de economía lidiando con las complejidades del análisis de regresión en un programa informático. La cuestión fundamental aquí es si las universidades dotan adecuadamente a los estudiantes de las habilidades prácticas que exige la mano de obra. Aunque es innegable el valor de los conocimientos teóricos, su aplicación en el mundo real suele resultar difícil. Los fundamentos teóricos deben complementarse con experiencias prácticas, prácticas, dominio de programas informáticos y oportunidades para resolver problemas en el mundo real. Los graduados no deben encontrarse atrapados entre la teoría y la práctica, sino que deben poseer el conjunto de habilidades versátiles necesarias para abordar cuestiones complejas a nivel profesional.